Para diciembre de 1991 el grupo Talking Heads anunció oficialmente su separación. Atrás quedaron 16 años en los cuales iniciaron dentro del movimiento punk norteamericano y posteriormente se volvieron en una banda que experimentó con diversos estilos musicales. Además sus integrantes se involucraron en proyectos individuales como la formación del grupo Tom Tom Club en 1981, fundado por el matrimonio de Tina Weymouth (bajista) y Chris Frantz (baterista), mientras que en ese mismo año David Byrne colaboró con Brian Eno en el álbum My Life In The Bush Of Ghost. Con esto Byrne tomó una dirección artística variada en ritmos que se alejaron del rock básico y se dio la libertad de crear melodías que incorporaron diversos géneros musicales que forjaron un estilo propio.

La diversidad artística de David Byrne no solamente quedó dentro de la música, además es escritor de ensayos teóricos literarios, guiones de películas, es director de cine, actor y un artista visual, entre otras disciplinas artísticas. Pero musicalmente hablando Byrne inició formalmente su carrera como solista en 1989 con un álbum llamado Rei Momo que se alejó por completo del rock  y decidió incorporar a cada canción ritmos latinos como cumbia, salsa, samba, merengue, rumba, bolero y otros más, en donde además contó con la participación de Celia Cruz y Willie Colón. Las siguientes diez obras de Byrne son todo un festival de estilos que van desde un dance pop como Uh-Oh (1992), hasta un fino rock  como el de su disco homónimo de 1994 o en Look Into The Eyeball (2001) en donde participó el vocalista del grupo mexicano Café Tacvba, Rubén Albarrán, y además utilizó ópera en canciones del álbum Grown Backwards (2004). Dentro de este nuevo siglo Byrne ha publicado cuatro LPs más en el que destacamos Love This Giant (2012), que grabó con St. Vincent, y por supuesto American Utopia (2018), de la cual se desprendió un espectáculo musical que se presentó en Broadway (que registró en película el cineasta Spike Lee). Ahora siete años después de American Utopia, David Byrne lanzó su álbum de estudio número 11, Who Is The Sky? (2025), con un rock pop agradable que nos remite a sus momentos más altos con Talking Heads y trabajos solistas.

 

Who Is The Sky? nos ofrece 12 temas con un punto de vista optimista melódico, filosófico y con sentido del humor en un tiempo en el que tal parece que estos sentimientos básicos del ser humano desaparecen en una sociedad que se poco a poco se va radicalizando. Para esta ocasión David Byrne recurrió para la producción de la obra al músico Kid Harpoon (quien ha trabajado en los álbumes Harry´s House y Fine Line de Harry Styles, Ceremonial de Florence and The Machine, Wonder de Shawn Mendes entre otros) y asimismo para acompañarlo en la ejecución de la canciones convocó al ensamble neoyorkino Ghost Train Orchestra formado en el 2006 y dirigido por Brian Carpenter, a lo cual se suman las colaboraciones de St. Vincent, Hayley Williams del grupo Paramore, el baterista Tom Skinner y el percusionista brasileño Mauro Refosco.

El álbum inicia con una agradable canción (la cual se lanzó como sencillo) titulada Everybody Laughs. Desde este primer tema Byrne nos indica cuál es el concepto de varios de los cortes que se incluyen en la obra (Todos ríen y todos lloran. Todos viven y todos mueren. Todos comen y todos aman. Todos saben lo que hacen todos). El productor Harpoon explicó en una entrevista: “Me di cuenta de que estas canciones eran personales, pero filtradas a través de la perspectiva de David, donde el humor, la tristeza, la filosofía y los ritmos bailables conviven en un mismo espacio”. Curiosamente dentro de todo este espacio melódico Byrne y Harpoon logran que ese maximalismo vibrante que puede dar una docena de músicos se escuche muy compacto sin saturar el espacio sonoro. Por otra parte el artista experimenta con diversos estilos musicales en cortes que nos llevan desde ritmos latinos (con metales muy a la regional mexicana) como en What´s The Reason For It, tintes de funk con When We Are Singing o piezas tipo obra musical de Broadway (de las cuales Byrne no es ajeno) como en A Door Called No.

De igual manera Byrne se colocó como un narrador de historias como el peculiar tema Moisturizing Thing que inicia con un golpe de violines para contarnos la historia de un hombre que usa una crema humectante que mágicamente lo rejuvenece y lo deja como un chiquillo de tres años (Me desperté a la mañana siguiente, ¿y qué veo? Parezco un bebé, pero sigo siendo yo. Mi amor se despierta, me mira y grita. Esa loción es mágica, parezco de tres años). Con esa apariencia no puede hacer muchas actividades de adulto sin que le pidan una identificación (La gente nos juzga por nuestra apariencia. Miran la portada y no leen el libro. Te lo hacen a ti y me lo hacen a mí. La vida no es fácil cuando pareces de tres años). En una entrevista con la revista Variety David Byrne comentó: “Mi prometida [la empresaria y artista Mala Gaonkar] me recuerda a menudo: ‘David, no olvides la crema hidratante’. Y una vez pensé: ¿y si de verdad funciona? Luego tienes la fantasía de despertarte y verte mucho más joven, y eso conlleva sus propios problemas”.

 

En My Apartment In My Friend con un ritmo muy dance pop, como salido del Uh-Oh, el músico habla de un personaje recluido en su departamento el cual lo sostiene, lo cuida y sabe todos sus secretos; mientras que en I Met Buddha At The Downtown Party, con ese entrada muy rítmica con percusiones y bajo, el músico encuentra la iluminación al toparse con Buda, quien “se atiborra de comida” en la mesa de canapés y por su parte Avant Garde nos habla de los difícil que es a veces entender el arte. En la misma entrevista con Variety el músico explicó que luego de la pandemia perdió un poco la fe en la música pero al final crear sonidos y ritmos fue algo terapéutico que lo ayudó a sobreponerse luego de la reclusión. Y al cuestionarle acerca de sus procesos de composición respondió: “Puede venir de muchos lugares. Por ejemplo, iba en bicicleta hasta aquí hoy, vi a un hombre y pensé: ‘¡Tiene tetas de vaquero!’. Y luego pensé: ‘Quizás haya algo ahí’. Bueno, obviamente esa no va a ser una canción. Pero sí, a veces hay una pequeña frase o imagen, y anoto una idea para el título de una canción o quizás las dos o tres primeras líneas, como ‘Conocí a Buda en una fiesta en el centro’”. Who Is The Sky? es el regreso de uno de los artistas que continúan creando una música vanguardista que demuestra que aún es posible tener libertad de concebir melodías y letras que nos dan una bocanada de aire fresco en estos tiempos llenos de confusión.

 

error: Contenido protegido