A quien no le gusta encontrarse con los camaradas de los viejos tiempos y sentarse a rememorar los anécdotas de los “Días de Gloria“. Yo en realidad tengo la satisfacción de haber organizado y logrado las mejores reuniones hasta el momento realizadas con mis viejos camaradas de la escuela secundaria y de la vocacional. Son eventos que nutren el alma y que dejan sonrisas y a veces ayudan a superar viejos desentendidos que nunca debieron ser.

En este mes de mayo de 2025 se cumplen cuarenta años de que Bruce Springsteen lanzó el sencillo Glory Days. El quinto de siete sencillos del Top 10, que igualaron el récord, de su álbum Born in the USA. Glory Days es una narrativa semi-cómica sobre el poder de la nostalgia para hacernos reír en lugar de llorar. Es divertida, conmovedora, emocionante y pegadiza. Es una canción rock pop casi perfecta.

Muchas de las canciones de Bruce Springsteen narran historias de gente común y ofrecen observaciones de la vida cotidiana. Obreros de fábrica que se enfrentan a un futuro incierto y ansían escapar de sus vidas monótonas, de alguna manera, se convierten en héroes en las canciones de este juglar de la clase trabajadora. Springsteen puede dar vida a estos personajes de una manera cercana, incluso cuando son completamente ficticios. Mientras canta sobre la tragedia, el amor, el desamor, las oportunidades perdidas, la violencia, la huida, los celos, la alegría, la alienación, el orgullo, la fraternidad, la fe, la lujuria, la ansiedad, el miedo y el triunfo, el oyente puede imaginarse reflejado. Sus canciones se cantan en primera persona, pero no siempre desde la perspectiva del propio Springsteen. A veces, asume otros personajes. Claro que, a menudo, se inspira en sus propias experiencias, pero Bruce puede crear universos alternativos completamente similares a los nuestros, pero analicemos la historia detrás de Glory Days de Bruce Springsteen y la E Street Band.

Springsteen comienza la canción que en este caso es autobiográfica. La letra relata un suceso ocurrido en Jersey Shore en 1973. Una noche de verano de ese año, dos amigos que no se veían desde la preparatoria, se encontraron a la salida de un bar en esta ciudad; Bruce Springsteen iba entrando y su antiguo compañero del equipo juvenil de béisbol salía. Al cruzarse, vinieron los abrazos y decidieron volver a entrar para compartir unas copas y recordar los viejos tiempos. Hablaron de las monjas del colegio Santa Rosa de Lima, donde compartieron asiento en séptimo grado, y de partidos de béisbol cuyos resultados aún recordaban. Springsteen le contó a su amigo que ya había publicado dos álbumes y que su banda acababa de abrir un concierto en un estadio para los Beach Boys y estaba empezando a atraer a grandes multitudes. Se quedaron en ese bar llamado el Headliner de Neptune hasta el cierre, y no volvieron a verse durante más de tres décadas. Pero Glory Days inspirada al menos en parte en esa noche, los volvería a reunir años después.

El amigo de Bruce en cuestión se llamaba Joe DePugh y jugaba en el mismo equipo de béisbol de la Liga juvenil Babe Ruth. A principios de la década de los 60, DePugh destacaba en el montículo, mientras que Springsteen, antes de que se convirtiera en “El Jefe” por su música, era un torpe jugador de béisbol cuyas habilidades atléticas eran tan tristes que Joe, el lanzador estrella del equipo, le puso el apodo de “Saddie” (El triste). “Bruce perdió un importante partido para nosotros un año”, contó DePugh a ThePalm Beach Post en 2011. “Lo mantuvimos en el jardín derecho todo el tiempo, donde uno cree que está a salvo. Pero en este partido tan importante, faltaban varios jugadores, y tuvimos que ponerlo a jugar”, y en la última entrada, Saddie dejó caer una pelota fácil. “En realidad, le dio en la cabeza…”, dijo DePugh, “…y perdimos el partido”. El grupo de Springsteen del que le había contado durante la noche de copas en el bar se llamaba The E Street Band y se estaba labrando una sólida reputación gracias a sus conciertos.

Siguieron siendo amigos en la preparatoria, unidos por sus turbulentas vidas familiares y sus padres distantes y alcohólicos. Después de graduarse, Saddie se fue a tocar rock and roll en bares y clubes nocturnos “Él perdió el interés en el béisbol y yo no era más que un deportista”, dijo DePugh. Al estar realizando la investigación para esta colaboración tristemente me enteré que Joe falleció hace poco más de un mes, el 28 de marzo de 2025, a los 75 años debido al cáncer. Este hombre era un atleta natural que también jugó al baloncesto y al fútbol. Cuando estaba en el último año de preparatoria, recibió varias ofertas para jugar baloncesto universitario y una invitación para probarse con los Dodgers de Los Angeles. En una entrevista telefónica, DePugh dijo: “Pensé: ‘Voy a ser lanzador de los Dodgers. No, voy a la universidad. No, voy a ser lanzador de los Dodgers’. Bueno, la prueba lo aclaró todo”.

Una vez que su sueño de llegar a un equipo de las ligas mayores quedó frustrado, DePugh dejó Nueva Jersey y asistió al King’s College en Wilkes-Barre, Pensilvania graduándose como profesor de Inglés. Sus padres fallecieron, dejándolo como tutor legal de sus dos hermanos menores, lo que lo obligó a regresar a Nueva Jersey. Trabajó como profesor sustituto durante un tiempo antes de convertirse en contratista independiente. Varios años después, DePugh se mudó a Vermont. Un amigo de Joe llamado Scott Wright escuchó por primera vez en radio Glory Days y reconoció la situación por la historia de DePugh. Inmediatamente lo llamó por teléfono y le dijo: “‘Springsteen ha sacado un nuevo álbum y hay una canción sobre ti. Es exactamente la historia que me contaste”. DePugh no le creyó, así que Scott. Wright llamó a la emisora de radio y pidió la canción. Media hora después, el DJ apareció y dijo: “Esto va para Scotty Wright de Stowe,Vermont. Esta es la nueva canción de Springsteen, ‘Glory Days’, y al parecer trata sobre un amigo de Scott”. Joe se quedó congelado al escucharla, “Mi esposa se puso a llorar“, dijo. “Así fue como supe que era yo”.

 

DePugh era como muchos personajes de las canciones de Bruce; herido por la pérdida y las desilusiones, pero también decidido y ciertamente, nunca desesperanzado. La historia del origen de Glory Days se difundió lentamente entre sus amigos en Vermont y, cuando DePugh tenía 50 años fue reclutado para unirse a una liga de béisbol para hombres mayores. “Cuando llegué a la primera práctica ese verano”, dijo, “unos chicos se me acercaban, me tocaban la manga de la camisa y me decían: ‘¡Oh, eres real! Creíamos que eras una leyenda’. Lancé toda la temporada ese año y terminé con una efectividad de 0.00”.

En el año 2004, Bruce les regaló a DePugh y a otros amigos de Freehold entradas para un concierto en el Giants Stadium de Meadowlands. Antes de cantar Glory Days, el Jefe gritó por el micrófono: “Joe D., ¿estás ahí?”. Al año siguiente 2005, un amigo en común, Don Norkus, los reunió para almorzar en un restaurante italiano en Red Bank, Nueva Jersey. DePugh esperaba nervioso y emocionado cuando vio al ya famoso Springsteen entrar al restaurant y relató: “Bruce entró y se detuvo. Yo lo señalé y él me correspondió señalándome y ahí es cuando empezaron los abrazos”. Se quedaron hasta que casi eran los últimos clientes, como había sucedido en el Headliner tres décadas antes.

Unos años más tarde, se reencontraron, esta vez en el bar Freehold. Al terminar, se despidieron en la puerta trasera. DePugh relató: “Springsteen me dijo: ‘Recuérdalo siempre, te quiero’, no como un anuncio cursi de Budweiser, sino con un toque muy sentimental. Me quedé atónito. Dije: ‘Gracias, Saddie’. Eso fue todo lo que se me ocurrió, y así el ya consumado ídolo del rock salió por la puerta y ahí me di cuenta de que desaproveché la oportunidad de hacerlo un poco mejor que decirle unas simples gracias, así que corrí tras de él, abrí la puerta y le grité ‘¡Saddie!´. Bruce se dio la vuelta, lo señalé y le dije: ´Yo también te quiero y estoy muy orgulloso de ti´ y él simplemente agitó la mano y se fue”.

Como un dato curioso, Cuando Bruce Springsteen y la E Street Band grabaron Glory Days para Born in the USA, incluía una estrofa extra sobre su padre. Él mismo la editó y la eliminó antes de lanzar la versión final. La estrofa eliminada decía:

Mi viejo trabajó veinte años en la cadena de montaje
y lo dejaron ir,
Ahora, dondequiera que va a buscar trabajo
solo le dicen que es demasiado viejo.
Yo tenía nueve años y él trabajaba
en la cadena de montaje de la planta Ford de Metuchen,
Ahora, solo se sienta en un taburete en el Legion Hall
pero te puedo decir lo que tiene en mente: Los Días de Gloria.

 

En el verso eliminado de Glory Days, Bruce Springsteen retrataba la depresión de la clase trabajadora, ahora casi olvidada en su vejez adinerada de ídolo del rock. No sólo se omitió ese verso de la grabación del lanzamiento oficial de la canción, sino que ese sentimiento proletario también ha faltado en sus últimas presentaciones. Un ejemplo que muchos consideraron patético sucedió en un concierto de Springsteen en Barcelona realizado en 2023 en Barcelona, España, donde interpretó Glory Days en el escenario, junto a la esposa de Barack Obama, Michelle, y Kate Capshaw, la esposa de Steven Spielberg, como coristas.

 

Allí estaban, magnates, mostrando al mundo sus ventajas y privilegios, indiferentes a los veteranos de Vietnam y a la clase trabajadora que una vez fueron el tema inspiracional de Springsteen. Ahora Bruce y sus coristas espontaneas de mediana edad mostraban indiferencia al escapar de los problemas económicos actuales de los Estados Unidos. La nostalgia ochentera de Glory Days siempre tuvo un trasfondo escéptico, su crítica a la presidencia de Ronald Reagan anclada en el dolor de la guerra de Vietnam. El resurgimiento millennial de la canción cobra un significado diferente hoy, cuando los buenos tiempos y los empleos seguros son quimeras. Es a la vez la nostalgia falsa y noticias falsas. Aun así, Bruce, Michelle y Kate parecían felices; viviendo sus mejores vidas, de vacaciones en España y haciendo alarde de su privilegio globalista, extendiendo la gira de disculpas de Obama de 2008 como un triunfo de los ricos.

La primera estrofa de Glory Days de Springsteen evoca el béisbol (el deporte típicamente estadounidense), y la falta de empleo en las fábricas (la rutina típicamente estadounidense). Expone la duplicidad de su arrogancia. Las interpretaciones actuales de la canción ya no celebran la memoria ni la tradición del hombre común. Ahora parecen reivindicar el privilegio del arribista y del elitista. La espontaneidad del espectáculo mencionado de Barcelona desafía a cualquiera que niegue que esos días de Obama son los nuevos días de gloria.

Sin embargo, esta gran canción representa también, para más de uno de nosotros que vivimos nuestra adolescencia en los años 80, la magia de esos encuentros con los viejos camaradas. Durante muchos años, como comencé esta colaboración, yo fui el único promotor de reencuentros con mis ex compañeros de nivel secundaria y bachillerato hasta que ciertas actitudes no empáticas de algunos de esos compañeros me hicieron recular y dar un paso atrás en la organización de dichas reuniones. No se ha vuelto a realizar ninguna otra en los dos niveles (secundaria y bachillerato), lo que me deja una satisfacción de mi poder de convocatoria y mi entusiasmo genuino por reunir a esos viejos amigos, pero también me deja cierto aire de decepción por la apatía que reina para que alguien tome la iniciativa de organizar otra reunión. Esos reencuentros son momentos donde salen a flor de piel sentimientos que en su momento por la inexperiencia o simplemente por el momento no se expresaron, pero siempre condimentados con los recuerdos y anécdotas de “los días de gloria”.

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