Hace unos meses participé en una capacitación de liderazgo de parte de un proveedor. Durante una dinámica nos dividieron en grupos; en mi grupo nos asignaron la tarea de armar una presentación de diapositivas con las fotos que se habían tomado durante la capacitación. Después de armarla se me ocurrió seleccionar un cover de The Beatles para exponerla. Esa mañana en el camino hacia la capacitación en mi auto había ido escuchando un álbum titulado Tropical Tribute to the Beatles y ya que lo traía fresco en la mente, busqué de ese álbum la canción Let It Be. Cuando expuse la historia de fotos a todos los presentes, para grata sorpresa a la mayoría, en la sala les gustó la versión de música salsa de Let It Be y algunos se acercaron a preguntarme el nombre del álbum y donde lo podían conseguir.

Para comenzar, en Tropical Tribute to the Beatles están contenidas varias estrellas de la música del género de Salsa que participaron en un gran homenaje musical a los cuatro fabulosos de Liverpool; tiene muchas canciones con distintos grados de calidad, pero algunos de los arreglos que se hicieron para convertir las canciones de The Beatles en música latina son magníficos a mi punto de vista. El álbum fue lanzado por el sello RMM de Ralph Mercado y es relevante no sólo por la ocasión, sino también por ser una grabación de salsa bastante buena.

Para muchos, Salsa es un término utilizado como paraguas para albergar todos los ritmos afrocaribeños (principalmente afrocubanos), a pesar de las características que les distinguen a cada uno de ellos. Para otros, la salsa en sí tiene identidad propia como género musical ya que no hay que dar muchas vueltas para admitir que proviene de la música cubana y tiene sus matices propios; hay aportes de la bomba y plena borinqueñas, del son montuno y del guaguancó. Para muchos, la salsa es un concepto, no es un estilo musical como tal. Para otros sin embargo, disfruta de identidad propia al fusionarse con el jazz estadounidense, esto le ha desarrollado una identidad propia a la salsa.

Algunos dicen que el ritmo de la salsa fue creado para facilitar la entrada del estilo antillano en el resto del mundo, otros han afirmado que su origen escondía motivos políticos para lograr su introducción al mercado norteamericano de modo velado ya que la revolución cubana estaba mal vista en Estados Unidos. En cualquier caso, son muchos los géneros que engloba (o tipos de salsa): Son, son-montuno, bolero, bolero-son, guajira, guajira-son, rumba, guaguancó, guaracha, plena, latín jazz, big-bands, mambo, chachachá, salsa brava, salsa de oro, salsa dura, salsa caleña, timba, salsa romántica, seguro que se me queda alguno en el tintero.

 

En cuanto a la música de The Beatles, su influencia la ha tornado inmortal tras su enorme éxito a través del tiempo. Para los estudiosos esconde diversos secretos que hunden sus raíces no solo en las tendencias más evidentes como el pop, art, hippismo, cómic, rock and roll, etc., sino también en otras mucho más alejadas y sorprendentes que se refieren al manejo de las emociones; desde diversas herramientas armónicas procedentes de la música académica con la manifiesta influencia de las artes visuales, la pintura, la fotografía o la iconología sobre los álbumes del grupo. La continua búsqueda expresiva en The Beatles convirtió la música de la banda de Liverpool en una síntesis perfecta entre vanguardia y tradición a causa de la convergencia entre texto y sonido y asombrosamente es de lo pocos ejemplos de melodías que han soportado los diversos tratamientos en tributos y covers en los más diversos ritmos en los que podemos contar versiones por mariachi, estilo sinfónico, canto gregoriano, villancicos navideños tradicionales, chill out, música para bebés, bossa nova, tango, banda plástica (música de provincia mexicana), tipo folklore andino, comics como looney tunes, snoopy y de música tropical como el que se describe en esta colaboración.

Para entender un poco como se gestó este homenaje tropical al cuarteto de Liverpool, sería recomendable conocer detalles del promotor de esta idea: Ralph Mercado. Su debut como promotor se llevó a cabo hace mas de 60 años en un baile de La Perfecta de Eddie Palmieri en el Three & One Club y su aportación a la música latina, aunque no falte uno que otro detractor, fue de continua innovación a favor del desarrollo de los talentos del género tropical. “Lo más impresionante para mí fue trabajar con Celia Cruz. La contraté tantas veces. Ella mantiene la marca de más presentaciones en el Madison Square Garden”, llegó a comentar Mercado.

Mercado fue mucho las lejos en sus aspiraciones al organizar conciertos en lugares como el Yankee Stadium y el llevar los ritmos tropicales a países como Egipto, Japón, Holanda y Francia que le ganaron una solida reputación en el medio. El llegó a comentar que su éxito lo debía al contacto con el público bailador; pues lo llevó a aprender de la psicología del guarachero y la pareja promedio en salones como El Hipocampo, La Montaña del Oso y El Corso que fueron parte de sus recuerdos. Sin embargo, fincó su base de operaciones en el nuevo Palladium de New York, localizado en la calle 14, entre la tercera y cuarta avenidas en Manhattan. Desde ahí fue la plataforma desde la cual Mercado lanzó a El Canario, Tito Nieves, Tony Vega, Marc Anthony y otros artistas que firmó con su sello RMM Records, disquera que mantuvo la salsa vigente durante la década de los 90. “Los tiempos estaban cambiando y a mediados de los 80 comenzó la salsa romántica y ya el poder de las estrellas de antaño no era el mismo. Surgieron nuevos artistas como Eddie Santiago y Frankie Ruiz, y pensé que debía crear un sello discográfico”.

Así, en las postrimerías de los 80, fundó RMM Records. Su elenco era selecto: Celia Cruz, Oscar D’León, Tito Puente, Eddie Palmieri, Louie Ramírez, José Alberto “El Canario” y Tito Nieves, entre otros. “En un show de Barranquilla, Colombia, metimos 97 mil personas. Fue un espectáculo que vieron millones, porque lo llevamos a Venezuela, Panamá, Chile, Argentina y Europa. De ahí salieron Marc Anthony y La India”, alguna vez rememoró. Durante la década de los 90, RMM Records vendió alrededor de 25 millones de discos. El empresario musical Ralph Mercado falleció el martes 10 de marzo de 2009 a los 68 años, en Hackensack University Medical Center en Nueva York, tras batallar durante dos años contra el cáncer.

 

Un álbum que marcó un parte aguas en RMM fue The Mambo King, el elepé número 100 de Tito Puente, otro lanzamiento que propició una gira mundial. “Este fue el disco que dio a conocer a Domingo Quiñones con Salsumba, un número que estaba dispuesto a grabar Cheo y no le gustó”. Y llegó el momento que Mercado se decidió a ser pionero en el desarrollo de conceptos discográficos y fue así como se le ocurrió realizar el Tropical Tribute to the Beatles con todas las estrellas que han sido mencionadas y que habían sido firmadas para su sello RMM. Este tributo fue tan bien recibido que desembocó en varias presentaciones con espectáculos de gran envergadura. Pero además de la música del tributo, Mercado lo complemento con bailarines en el escenario como declaró en una de las tantas conferencias de prensa antes de una presentación del tributo: “Lo mío era presentar lo que se grabó, como llevar el disco a la tarima, con la banda de RMM y con nuestros bailarines”.
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Tropical Tribute to the Beatles fue lanzado y distribuido por Bellaphon y Uni Distribution. El álbum contiene canciones de varias épocas beatle, desde los inicios de la “Beatlemanía” pasando por su etapa psicodélica con temas de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band y cerrando por la etapa del cierre del grupo en Let It Be; es una odisea musical que trasciende géneros conectando dos mundos aparentemente dispares. Los arreglos fueron hechos por Steve Roistein y las letras fueron adaptadas al español algunas canciones por Jorge Córcega, quien previamente había adaptado la letra de Salvatore Adamo, dando un toque latino y apasionado a las letras que han dejado una huella imborrable en la historia de la música.

Para la portada del álbum, se pensó también en rendir homenaje a la portada del icónico álbum Sargent Pepper´s Lonely Hearts Club Band y se realizó un collage fotográfico emulando dicha portada pero teniendo como personajes principales a las estrellas tropicales que prestaron su talento en las versiones contenidas y el collage fue completado con fotos de otros inmortales de la música tropical ya fallecidos como Daniel Santos, Beny More y Pérez Prado entre otros. Este proyecto no solo se limitó al ámbito discográfico, sino que también se materializó en una exitosa gira que llevó la magia de Tropical Tribute to the Beatles a diferentes rincones del mundo. Un concierto épico fue el que se llevó a cabo en el prestigioso Radio City Music Hall, en Nueva York, que fue editado y lanzado de modo oficial en formato de video DVD.

 

Las versiones de Let It Be (cantada por Tito Nieves), Hey Jude (cantada por Tony Vega), Yesterday (cantada por Cheo Feliciano) y Day Tripper (cantada por Domingo Quiñonez) hacen de este álbum de salsa altamente recomendable para los fans del cuarteto de Liverpool que gustan de coleccionar covers. Hay otras canciones de salsa dignas de mención en el álbum interpretadas como Obla di Obla Da (cantada por Celia Cruz) y Lady Madonna (cantada por Oscar D’Leon). Sin embargo, las que mencioné anteriormente son mis favoritas. Lennon y McCartney hicieron música genial que redefinió el rock y la música popular. Paul McCartney, en mi opinión, fue el Beatle que ha tenido el mayor impacto en la música como solista. Pero si tratas de rememorar a The Beatles y su música, Tropical Tribute to the Beatles es una buena opción para escucharla con géneros alternos y para disfrutar.

El tributo no sólo celebra la maestría musical de The Beatles, sino que también demuestra la versatilidad y la universalidad de su música, al unir dos géneros aparentemente opuestos de manera armoniosa. Tropical Tribute to the Beatles se erige como una gran obra que perdura en el tiempo, recordándonos que la música es un lenguaje que puede trascender cualquier barrera cultural.

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