Estamos a unos días del 40 aniversario del legendario concierto de Live Aid que tuve el privilegio de presenciar en vivo “resumido” por la señal de tele abierta de canal 5 que lo transmitió aquel sábado 13 de julio de 1985, emisión que sintonicé apenas me despojé de mi uniforme del servicio militar. Live Aid fueron dos conciertos realizados en forma simultánea en el Estadio Wembley de Londres, Inglaterra y en el Estadio J.F.K de Filadelfia, Estados Unidos. El festival se organizó en beneficio de los países de África Oriental en concreto Etiopía y Somalia. El evento fue organizado por Bob Geldof y Midge Ure.
Ese día memorable participaron varios grupos y solistas como; Led Zeppelin, Queen, Black Sabbath, Status Quo, The Who, INXS, Bob Dylan, U2, Phil Collins, The Beach Boys, David Bowie, The Pretenders, Madonna, Judas Priest, Duran Duran, Eric Clapton, Tom Petty & The Heartbreakers, Reo Speedwagon, The Cars, Santana, Dire Straits, Stevie Wonder, Wham!, Kenny Loggins, Crosby, Stills & Nash y muchos más. La recaudación superó los 100 millones de dólares y el concierto fue retransmitido en directo vía satélite en más de 72 países. Fue uno de los eventos musicales más vistos en todo el mundo. Por una cuestión de usos horarios se decidió que el evento comenzara en Londres.
Se había manejado como rumor que los tres Beatles sobrevivientes serían los que le darían el cierre apoteósico al concierto en Wembley, e incluso se sumo un rumor más al mencionar que Julian Lennon su sumaría tomando el lugar de su padre fallecido cinco años antes, o al menos así lo hizo creer Geldof. Muchos sostienen que la ausencia de George Harrison y de Julian Lennon en la velada se debió a su enojo con el organizador. El desacuerdo de George se hizo patente días después del concierto cuando apareció en el aeropuerto de Heathrow y se enteró que Bob Geldof se había unido a Paul en Let it Be, George comentó: “Paul no me pidió que cantara en ella hace algunos años, ¿Por qué creen que me hubiera querido ahora?”. Paul también había comentado que los “Threetles” no podrían reemplazar a The Beatles.
En honor de ese evento épico y memorable, la fecha del 13 de julio ha sido declarada para la posteridad como el “Día Mundial del Rock”. Lo que muchos no están enterados en cuanto a su organización fue que resultó toda una odisea la manera de equilibrar los egos desmesurados de los artistas. El orden de aparición era un tema sensible. Lo mismo determinar quién podía tocar con toda su banda y quién lo haría como solista, un caso de ejemplo fue el de Billy Joel, quien no acepto participar en el concierto debido en parte por ese motivo: sólo le ofrecieron cantar con su piano de acompañamiento; no parece una actitud descabellada tratándose del Piano Man.
Tal vez el único tema en el que el ego de las super estrellas del rock se pusieron de acuerdo, fue en el decidir quiénes cerraban en cada estadio y fue lo más sencillo de determinar. El anuncio con bombo y platillo que sorprendió a muchos fue que Paul McCartney aparecería en solitario para dar el cierre al evento europeo. El peso de la leyenda de Paul McCartney para el estadio de Wembley se impuso solo. Nadie pudo oponerse.
Lo que el organizador no consideró fue que Paul venía saliendo de varias crisis que habían empezado en 1980 cuando fue arrestado en Japón durante la última gira de Wings que agrió en ese momento el sentir de McCartney y jugó un papel importante en su decisión de poner fin a la banda un año después. Posterior a esto sucedió el fracaso comercial de la película Give My Regards To Broad Street y por último, Paul comenzaba a ser identificado por las nuevas generaciones como “el dueto” de éxitos de Michael Jackson. Tal vez esto fue el motivo de McCartney para evitar en gran medida los conciertos, hasta el momento en que Bob Geldof lo convenció de subir al escenario para dar el cierre de oro de Live Aid en el estadio de Wembley.
Esta iba a ser su primera presentación multitudinaria en vivo de la década, sin banda de apoyo (no contaba con ella), sólo se haría acompañar de su piano. Esa noche, su aparición al iluminarse su silueta al teclado provocó el rugido de los cientos de miles que abarrotaban el pasto sagrado de Wembley e hizo temblar los cimientos de estadio. Paul levantó tímidamente la vista después de la breve introducción famosa del piano para mirar a la muchedumbre y con terror vio y luego escuchó que la ovación se transformaba de repente en abucheos, abrió sus ojos y clavo la vista en el teclado tocando mecánicamente y tratando tal vez de entender: “La gente estaba abucheando a un Beatle, ¿Acaso habrá pasado mi tiempo?”.
Lo que Paul no sabía o no se dio cuenta en ese momento, es que la gente no podía escuchar su voz, un error en su micrófono convirtió su interpretación de Let it Be en instrumental con el descontento de la gente. El Staff del artista previo había desconectado por accidente el micrófono de Paul, este fue reparado para el tercer verso provocando un rugido aún mayor, se le oye claro y la audiencia comienza a cantar junto con él. Para mala suerte en ese momento se le ocurrió a Bob Geldof sumarse junto a Pete Townshend, Alison Moyet y David Bowie para el cierre. Tristemente Paul ya no pudo disfrutar de la primera ovación multitudinaria de la década de los 80 dedicada para él solo. Bowie comienza a cantar el verso equivocado en el minuto 3:51, pero rápidamente se corrige.
Posterior a Let it be, el concierto en Wembley se despidió con todas las estrellas de rock convocadas para el evento interpretando la canción Do They Know It´s Christmas?, tema que fue el génesis de estos conciertos e incluso fue la canción que provoco la respuesta en Estados Unidos con la ya famosa We Are The World que fue producida por Quincy Jones y Michael Jackson. Regresando a la despedida en Wembley, a Paul ya se le vio más en ese momento mucho más relajado y disfrutando el momento. Linda se le unió en el escenario y se le puede ver muy animado junto a Freddie Mercury, junto a Bono y junto a Bob Geldof.
Paul McCartney recordó al paso de los años la experiencia de Live Aid: “Bob Geldof me pidió tocar en el Live Aid, pero le dije que no tenía una banda preparada. Insistió, dijo que no importaba, y realmente él te puede convencer y me pregunté ´Bueno, ¿Qué puedo cantar para la ocasión?´ y entonces pensé que podía hacer simplemente “Let it Be” al piano. Llegué allí ese día al estadio junto a Linda y no se sabía nada de nada, no tuve ensayos, ni prueba de sonido…nada. Estaba en un lado del escenario y me dijeron “Vas ahora”. Había una cortina y un piano. No me podía escuchar por los monitores y pensé que los estarían ajustando. Lo que pasó fue que estaban por ahí los técnicos de Queen y los habían desenchufado, así que estaba sin monitores y no tenía ni idea de si mi voz sonaba o no. No podía escuchar nada.
No podía escuchar el piano, no me escuchaba, pero confié en que todo iba a salir bien. De repente a mitad de la canción escucho un gran “feedback” de sonido y pienso “Oh no, esto está mal”, pensé en parar. En esos momentos se te pasan por la cabeza un montón de cosas, pero me di cuenta de que si paraba iba a parecer estúpido, así que seguí. ¡Mal hecho! Debería haber parado y pedir disculpas, teníamos que arreglar eso…en un momento durante la letra, digo “There will be an answer, let it be” y de repente escucho otro “feedback” y me dije a mí mismo “Canta Paul, canta”.
Todo fue una pesadilla, era mi única canción en ese evento enorme…pero entonces el querido público me ayudó y empezaron a cantar. Al terminar pregunté si había alguna manera de arreglar esto porque obviamente iban a emitirlo más veces, así que les pregunté si podía regrabar mi voz para la posteridad. Lo hice. La canté de nuevo y es como tenía que haber salido. La versión original en directo no está en el DVD y fue una pesadilla que estoy intentando olvidar. Es terapéutico, ¿verdad?”
Aún así, como Paul comentó, el público conocía bien la canción y ayudó a cantarla y transformó el momento que podría haber sido de un ridículo fenomenal, en una interpretación legendaria. Consciente del problema, Paul McCartney fue a un estudio al día siguiente y volvió a grabar su voz en Let It Be. Finalmente en 2004, el concierto Live Aid estuvo disponible para su compra en el mercado de vídeo doméstico, en formato DVD. Poco después, el canal oficial de YouTube de Live Aid publicó el video original de Paul tocando Let It B” en Wembley, con su voz inaudible. Dándose cuenta del error, el audio del video fue reemplazado por la grabación alterna realizada por Paul al día siguiente. Yo en lo personal si conservo en un videocassette Beta la versión con errores grabada en vivo. Incluso Víctor Manuel Lujan comenta en dicha transmisión de Canal 5 : “…Bueno, parece que el micrófono de Paul está cerrado, pero más nos vale que los técnicos lo reparen pronto”. Actualmente, se ha vuelto una curiosidad encontrar el video original en la red con el error del micrófono apagado, ya que todas las versiones han sido cuidadosamente sustituidas por la versión editada.
A pesar del problema del micrófono, Live Aid fue una experiencia positiva para McCartney. Debe haber disfrutado de su regreso a los escenarios, porque luego pasó a tocar, sin previo aviso, en el concierto de aniversario de Prince’s Trust el 20 de junio de 1986. – un año después de Live Aid. Para esta fecha interpretó “I Saw Her Standing There”, “Get Back” (a dúo con Tina Turner) y el antiguo número de cierre de The Beatles, así como en la primera gira de Wings, “Long Tall Sally”. También estuvo en la banda de acompañamiento cuando David Bowie y Mick Jagger interpretaron “Dancing In The Street”. No volvería a los escenarios hasta el verano de 1989, cuando recorrió estadios de todo el mundo para promocionar Flowers in the Dirt y Off The Ground durante un período que duró de 1989 a 1993. Después de eso, no volvió a salir de gira durante otros nueve años. Afortunadamente, volvió a salir de gira en 2002 y desde entonces se ha mantenido vigente en los circuitos mundiales de giras.
En cuanto al epilogo y sucesos posteriores a la realización de Live Aid; tiempo después hubo denuncias de que los fondos recaudados fueron utilizados en Etiopía para comprar armas y para dirimir conflictos internos del país. Bob Geldof salió a desmentir la cuestión y a defender su labor. Veinte años más tarde Geldof organizó el Live 8, otro megaconcierto con fines benéficos. En el camino fue nombrado Caballero de la Corona y nominado varias veces al Premio Nobel de la Paz. Sin embargo, de modo periódico al celebrarse el aniversario del Mega Concierto Live Aid, el cantante se queja amargamente de que sus labores filantrópicas opacaron su carrera como músico, que el público ya no pudo ver más de él que ese aspecto y se invisibilizó su producción artística. Dijo, textualmente: “De no ser por Live Aid, yo hoy sería un cantante tan famoso como Paul McCartney”. ¿Ustedes que opinan?
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